Soy una persona alegre, amable y dinámica, algo que se refleja en mi
trabajo y en mi relación con los pacientes. Me implico en cada caso
ofreciendo un servicio único para que mis pacientes se sientan cómodos y
con confianza durante el tratamiento. Esta confianza se traduce en
“somos un equipo”, como yo les digo a mis pacientes, que con mi trabajo
y sus ganas podemos conseguir un alivio del dolor, un aumento de su
independencia y autonomía, mejorando así su calidad de vida.

Me apasiona la estética y el bienestar, porque creo que cuidarse por fuera también es cuidar lo que sentimos por dentro. Disfruto ayudando a cada persona a ganar confianza y a vivir la experiencia de un cuidado cercano y personalizado. Soy detallista, creativa y estoy en constante aprendizaje, siempre buscando innovar para ofrecer tratamientos que marquen la diferencia.

Siento gran vocación por acompañar a los niños en sus primeras etapas del desarrollo, ayudándolos a crecer y superar las pequeñas y grandes dificultades que puedan aparecer en el camino. Trabajar como psicóloga infantil es más que una profesión: es una forma de aportar algo importante a la vida de cada niño y su familia. Considero que los primeros años son fundamentales, y pongo todo mi empeño, dedicación y cariño en cada intervención. 

Mi vocación por ayudar a las personas me ha llevado a adquirir los conocimientos y la experiencia profesional para intervenir de una forma rápida y eficaz, centrando mi trabajo tanto en niños como en adultos desde una perspectiva más clínica y a partir de los 65 años mi intervención estaría centrada en programas de estimulación cognitiva.