Bienvenido a Atres Policlínica, donde cuidamos la salud auditiva de tus hijos en verano. Descubre cómo prevenir la Otitis En Verano con nuestros consejos expertos. ¡Un verano sin preocupaciones para tu familia!
Prevención de Otitis En Verano
Una de las patologías más frecuentes en verano en niños son las otitis en externas debidas a la exposición prolongada a la humedad durante los baños en playas y piscinas. De hecho, se conoce también como otitis del nadador. La retención de agua que se produce supone el caldo de cultivo perfecto para el crecimiento de los patógenos que causan una inflamación en la piel que recubre el conducto auditivo externo.
Además de ello, no ayuda en nada el hecho de que nuestros niños se hallen constantemente entrando y saliendo de la playa o piscina, pues su sistema inmunológico puede verse afectado por los cambios de temperatura, aumentando el riesgo de otitis e infecciones. Esta infección produce síntomas como dolor, otorrea, picor o incluso pérdida leve de audición.
Durante el verano, las infecciones de oído aumentan por estar durante más tiempo sumergidos bajo el agua. Los factores que más influyen, más que la edad del paciente, son el tiempo que pasamos con los oídos ‘a remojo’ o la calidad del agua en la que nos bañamos.
Los niños pasan más tiempo en el agua que los adultos, sobre todo en las piscinas infantiles, donde el agua tiene una calidad de limpieza menor. Es por ello que, también, el riesgo de infecciones es mayor en los peques.
Al mínimo síntoma de taponamiento, picor o dolor de oído es aconsejable acudir al pediatra antes de que la infección evolucione.
Consejos para evitar las otitis en niños durante el verano
- No bañarse en aguas contaminadas: es importante procurar que los baños se realicen en aguas no contaminadas para evitar el contacto con posibles gérmenes o bacterias causantes de infección.
- Reducir el tiempo de inmersión y de permanencia en el agua: evitar tiempos prolongados en ambientes húmedos y, si es un niño propenso a sufrir este tipo de otitis en verano, es conveniente el uso preventivo de tapones, preferentemente personalizados, o gorros de baño, para reducir las posibilidades de entrada de agua. Además, en todos los casos, es importante nada más salir del agua hacerle inclinar la cabeza hacia ambos lados para favorecer la salida de agua y secar la parte externa del oído con la toalla o una gasa. Para aumentar más el secado de la zona, si estamos en casa, puede usarse también un secador del pelo, con aire ambiente, no necesariamente caliente, durante unos 10 segundos desde una distancia aproximada de 20-30 cm enfocado al conducto auditivo.
- Realizar una limpieza correcta de los oídos: Salvo la limpieza con suero fisiológico para administración ótica, en ningún caso utilizar otras maniobras para extraer la cera salvo si es indicado por un profesional, así como evitar el uso de bastoncillos ni otro tipo de utensilios para el rascado, ya que puede irritar o erosionar la piel y dejarla más desprotegida.
- Acudir al pediatra ante la presencia de los síntomas referidos:
,se recomienda visitar al pediatra para que pueda estudiar su origen y determinar el tratamiento más adecuado a seguir.
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